El día 9 de noviembre no fue especialmente apacible en lo que al clima se refiere, con todo el concierto que ofrecimos en Obanos acogió a más público del que cabía esperar.
En toda perfecta organización siempre tiene que haber algún pequeño problema. En esta ocasión, los programas no se imprimieron a tiempo y nos enfrentamos al problema de que el público no sabría lo que estaba oyendo en cada momento. Este problema lo solventó hábilmente nuestro director Javier Echarri tirando de su habitual capacidad oratoria. Se encargó de detallar en cada momento lo que íbamos a presentar.
Para poner a la Coral en la misma situación que al público, Javier se atrevió a introducir algún cambio en el programa. Así, después de interpretar Ut queant laxis, nos indicó que tendríamos que cantar Axuri Beltza, que habíamos preparado fuera de programa. Además, alteró el orden de las dos últimas canciones. Por supuesto, tras la acogida del fin del concierto, interpretamos de nuevo Axuri Beltza.
Siguiendo el afán renovador de nuestro director, interpretamos las siguientes piezas por primera vez.
Ut queant laxis
Rosas Pandan
